LOS CAMBIOS PARA LOS RRHH: SEIS CLAVES Y EL GRAN RETO DE 2019

En un mundo que cambia a una velocidad insospechada, en el que lo que hoy es una necesidad, mañana ya queda obsoleto, es difícil aportar ideas sobre qué hacer en materia de evolución y desarrollo de negocio. Aunque, lo que sí parece claro es que hay asignaturas que deberían estar avanzadas en cualquier empresa que quiera tener su lugar en un futuro cercano.

¿QUÉ ASPECTOS SE DEBERÍAN ESTAR TRABAJANDO?

– Transformación digital: Desde hace ya años venimos comentando al respecto y, sin duda, ya se empiezan a ver pelotones de cabeza y rezagados. Esa transformación digital tiene que estar orientada al negocio, y el negocio debe estar orientado a las personas clientes o usuarias. Por lo tanto, no estamos hablando de sustituir personas por tecnología sino de poner la tecnología al servicio de las personas (empleadas o clientes) para aportar mucho más valor para todos.

– Employee engagement: En tiempos económicamente propicios la rotación de las personas en las empresas es elevada. Hemos pasado un tiempo en el que, por necesidad, se ha aguantado estoicamente cualquier circunstancia o condición laboral. No se podía elegir. Hoy en día el mercado laboral está muy movido, hay mucha variedad de oferta y muchas empresas ya han apostado por su “Employer Branding”, es decir, por destacarse como empleadoras atractivas. Ese es el final del recorrido; conseguir atraer el talento que necesitas, mantenerlo y que sea embajador de tu marca. Si no estás aún ahí, en lo que deberías estar trabajando es en desarrollar toda una serie de políticas y acciones que generen el compromiso de tus empleados con la empresa.

– Innovación: Cuando hablamos de innovación no estamos halando de departamentos de I+D+i. Estamos hablando de verdaderas redes de innovación entre empleados, clientes y partners. La innovación debe salir de esos despachos y debe abrirse a todas las personas protagonistas. Crear un entorno propicio a las nuevas ideas, a los ensayos, a las pruebas piloto, no sólo aportará productos y servicios atractivos para los clientes, sino que además generará compromiso y sentido de pertenencia.

– Igualdad de género: Es quizá la tendencia más incipiente, pero la más reclamada y la que generará más retorno, no sólo por lo relativo a justicia social, sino por el impacto entre empleados y clientes. Las empresas deben actuar ya en promover y desplegar políticas de igualdad entre hombres y mujeres; empezando por eliminar la brecha salarial, y terminando por romper los techos de cristal. La igualdad de oportunidades no solo es una tendencia, sino que es una obligación para cualquier empresa que quiera seguir viva en los próximos años. En definitiva, las grandes tendencias que podemos destacar y las que puedan llegar tienen dos grandes vertientes:

– Desarrollo tecnológico, de la mano de la Inteligencia Artificial, Big Data, Blockchain y la aplicación de metodologías Agile.

– Empoderamiento de las personas que, definitivamente van a dejar de ser un recurso o capital, para ser las protagonistas definitivas del desarrollo empresarial y social. Este empoderamiento pasa por la diversidad y la inclusión. La colaboración entre generaciones, la eliminación de las desigualdades de género, las estructuras horizontales o reticulares y las políticas de conciliación, van a ser los temas más candentes.

El GRAN RETO

– GESTIÓN DEL CAMBIO. Todo lo anterior implica cambios en las empresas. Aprender a gestionar un cambio o una transformación digital o empresarial es la gran asignatura pendiente de los CEOs, Managers, Directivos y por supuesto del Área de RRHH. Sin una adecuada gestión del cambio no habrá supervivencia posible por mucha inversión que se haya hecho en tecnología.

Los departamentos de RRHH deberían centrarse en ser auténticos “sherpas” del cambio y la transición, y olvidarse de la gestión de los datos. La gestión de los datos va a ser un “commodity” y, con el tiempo, algo totalmente prescindible. Lo hará la tecnología. Las personas, en cambio, serán responsables de seguir creando escenarios de futuro, tomando decisiones sobre cómo encarar retos presentes y futuros, cómo gestionar la incertidumbre, deberán empoderarse para tomar iniciativas y, en definitiva, hacer realidad el futuro al que aspiran. Y es ahí, en ese contexto que las actuales Áreas o Departamentos de RRHH deben también hacer el gran cambio: “ser los impulsores del cambio que necesitan sus empresas”.

Y quizá, el primer paso sea dejar de ser Recursos Humanos, para ser Desarrollo de Personas y Organización, por ejemplo.

(Fuente: RRHHDigital)

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