EL EFECTO COYUNTURAL DE INFLACIÓN NEGATIVA NO CONSIGUE, NI TAN SIQUIERA, CORREGIR LOS EFECTOS DE LA CONGELACIÓN DE PENSIONES DE 2011 Y 2012, SEGÚN CCOO

El balance de la revalorización de pensiones durante la crisis, es de pérdida de poder adquisitivo para 3 de cada 4 pensionistas (-1,10%). Pero el problema fundamental es que este no es el mayor problema. Lo peor está por venir. En el momento en que la situación económica se normalice y el dato de inflación se sitúe en los objetivos establecidos por las instituciones europeas (2%), la fórmula de revalorización de pensiones, tal y como está diseñada, sin previsión alguna de incremento de ingresos de la Seguridad Social, supondrá una pérdida anual de poder adquisitivo importante y sostenida en el tiempo (1,75% anual, con un impacto acumulado mucho mayor a lo largo del periodo medio de permanencia como pensionista). Si España volviese a situarse, según nuestra experiencia histórica, en tasas de inflación superiores, el ajuste sería mayor.

 

EL EMPLEO CRECERÁ MENOS QUE EN 2015 Y LA TEMPORALIDAD SE CONFIRMA COMO TENDENCIA

Entre 400.000 y 500.000 nuevos puestos de trabajo serán los que se creen en España a lo largo de 2016, según todos los expertos. Comercio, hostelería y servicios administrativos serán los sectores que tiren del empleo en España, donde se generará trabajo por segundo año consecutivo. Las razones de la ligera desaceleración en la creación de empleos que se espera habría que buscarlas en el frenazo del ritmo de crecimiento de la economía, según Funcas.

EL III BARÓMETRO EMPRESARIAL FINANCIERO INDICA QUE UN 60% DE LAS FIRMAS HAN INCREMENTADO SU FACTURACIÓN EN EL ÚLTIMO AÑO

Analizando los datos, se percibe una mejora generalizada en la situación financiera y global de las empresas españolas. De las empresas que han aumentado las ventas, un 65% lo han hecho entre un 0 y un 10%, mientras que tan sólo un 3% lo han hecho en más del 40%. Además, los datos referentes a la gestión de cartera demuestran una notable reducción de la tasa morosidad: mientras que en el ejercicio 2012 un 45% de empresas declaraba haber sufrido un incremento de morosidad, en 2014 tan sólo el 15% de empresas lo afirmaba.