TRABAJO YA MULTA CON 7.500 EUROS A LAS EMPRESAS POR NO TENER PLAN DE IGUALDAD

La Inspección de Trabajo ya multa a las compañías que no tienen aprobado un plan de igualdad con hasta 7.500 euros.

La Inspección ya ha iniciado los controles para asegurarse que las empresas cumplen con esta obligación que establece el Real Decreto de 2020 que desarrolla la Ley de Igualdad.

La norma obliga a las empresas con más de 50 empleados a tener estos planes antes de marzo de 2022 y exige a las firmas que no tienen representación sindical o la tienen incompleta a llamar a los sindicatos del sector para negociarlos. Sin embargo, muchas compañías se han visto incapaces de sacar adelante estos planes porque los sindicatos están desbordados y no responden; responde uno, pero a mitad de negociación entra otro con mayor representación o porque no logran aprobarlos, lo que, en muchas ocasiones, está derivando en litigios.

Rut Villalonga, abogada laboralista de Ceca Magán Abogados, señala a este diario que, en el marco de la campaña de Inspección de Trabajo, se están encontrando con variedad de resultados, dependiendo de la valoración de cada inspección y de las circunstancias concurrentes. «Algunas empresas son sancionadas por no disponer de plan de igualdad, aunque se encuentren en proceso de elaboración del mismo; otras no son sancionadas, pero se les requiere para que en un plazo determinado dispongan y tengan registrado el plan de igualdad; y otras son sancionadas con multa inferior a la sanción máxima», explica.

Villalonga indica que aquellas circunstancias que pueden ser susceptibles de valoración, siempre que concurra buena fe por parte de la empresa, son, entre otras, las dificultades para conformar la comisión negociadora en aquellas empresas o centros sin representación legal de las personas trabajadoras, la falta de disponibilidad de los sindicatos al no contar con estructura suficiente para atender todos los procesos de negociación o los posibles bloqueos en la negociación no atribuibles a la parte empresarial.

Por tanto, la abogada laboralista de Ceca Magán indica que aquellas empresas que tienen obligación de disponer de plan de igualdad, aunque se encuentren en el proceso de elaboración y negociación del mismo, pueden ser sancionadas por Trabajo. Aunque matiza que, si existen circunstancias que justifiquen la demora en el cumplimiento de dicha obligación, siempre que concurra buena fe por parte de la empresa, pueden ser argumentadas a efectos de evitar o, al menos, reducir la posible sanción.

Cabe recordar que la norma establece que las compañías deben depositar estos planes en el Registro de Planes de Igualdad. Estos programas deberán contener medidas para evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, promover condiciones de trabajo que eviten el acoso sexual o por razón de sexo y arbitrar fórmulas para su prevención.

En su contenido debe figurar un diagnóstico de la situación de la empresa, los resultados de la auditoría retributiva, objetivos cuantitativos y cualitativos, medidas concretas para asegurar la igualdad, calendario de actuaciones y un sistema de seguimiento y evaluación.

Los planes no podrán tener una vigencia superior a cuatro años.

(Fuente: eleconomista.es)

Si tu empresa tiene una plantilla igual o superior a 50 trabajadores estás obligad@ a implantar un plan de igualdad.

Si todavía no lo tienes, podemos ayudarte.

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EMPLOYEE ENGAGEMENT: 5 PASOS PARA MEJORAR EL COMPROMISO DE LOS EMPLEADOS

Uno de los retos comunes a todas las empresas, en todos los sectores y de todos los tamaños, tiene que ver con las personas. ¿Cómo atraer talento para nuevas vacantes y cómo convencer a los que ya están para que se queden?

Compromiso de los empleados: ¿qué es y por qué es tan importante?

El compromiso de los empleados es un concepto fundamental en recursos humanos que describe el nivel de entusiasmo y dedicación que un empleado siente hacia su papel en la empresa. El compromiso de los empleados es una receta difícil de conseguir, que requiere ingredientes como el desarrollo personal, objetivos compartidos y un sentimiento de pertenencia.

Pero cuando se hace bien, produce resultados sorprendentes y duraderos:

  • contribuye a crear una cultura empresarial más sólida;
  • reduce la rotación de personal;
  • aumenta la productividad;
  • mejora las relaciones de trabajo con los clientes;
  • aumenta los beneficios de la empresa.

5 pasos para mejorar el compromiso de los empleados

  1. Asegúrese de que sus empleados conozcan y compartan los valores de su empresa. Para esto, ocurre tener bien claro su PROPÓSITO. «Me alegra saber que con nuestra acción contribuimos a…» – asegúrese de que sus empleados sepan cómo completar esta frase.
  2. Celebra a la gente. Cumpleaños, nacimientos, bodas, son ocasiones que también pueden celebrarse en el trabajo: ayudan a sus empleados a conocerse mejor y les hacen sentirse parte de una comunidad que se preocupa por ellos.
  3. Celebre el trabajo bien hecho. Una de las primeras cosas que hay que entender sobre el reconocimiento de los empleados es que su eficacia se basa en una de las teorías más fundamentales de la psicología del comportamiento: el comportamiento que se recompensa se repetirá.
  4. Celebre los logros. La gente quiere que se reconozca su trabajo y sus esfuerzos. Crear momentos dedicados a la comunicación interna de los logros de un equipo es una forma eficaz de hacerlo: una reunión mensual de actualización con todos los empleados, un boletín interno, un mensaje en el chat de grupo.
  5. Fomente la formación. Pregunte a sus empleados qué herramientas creen que necesitan. La formación hará que la gente esté más motivada y sea más competente al mismo tiempo.

(Fuente: www.rrhhdigital.com)

EXPERIENCIA DEL EMPLEADO: ¿CÓMO CONSEGUIR QUE LOS EMPLEADOS SE SIENTAN EN EL TRABAJO COMO EN SU CASA?

 Lograr que nuestros empleados estén deseando que llegue el lunes para acudir al trabajo es una hipótesis que no podemos considerar, es una utopía. Que la empresa sea su lugar favorito, el sitio, por encima de cualquier otro, en el que quieran estar es una fantasía no deseada… Sin embargo, conseguir que cualquier profesional en su puesto de trabajo se sienta bien, es una obligación de la propia corporación. Al fin y al cabo, las personas pasamos prácticamente un tercio de nuestra vida trabajando y, además, nuestra actividad profesional es una importante vía de expresión y de realización personal. Así que, ¿por qué sería un disparate pretender conseguir que las personas nos encontremos razonablemente bien, incluso muy bien, en el trabajo? Sería lógico contemplarlo entre los objetivos, estratégicos, de una empresa. También porque esto, de conseguirlo, repercutirá en el mercado, en la relación con nuestros clientes.

Cada vez más empresas están convencidas de que aspirar a que el trabajo sea una fuente de #satisfacción y disfrute para sus trabajadores no sólo es legítimo, sino la mejor estrategia que pueden adoptar para ser más competitivas y atractivas como potenciales empleadores, para #fidelizar #talento y en las políticas de acceso a los mercados. Por esa razón, las corporaciones ponen en práctica la llamada “experiencia de empleado”, tan de moda, que consiste en llevar a cabo una sería de políticas de gestión de personas, apoyada por un muy eficiente y atractivo plan de comunicación, que bebe directamente de las fuentes del marketing, del #bienestar, del sentido de pertenencia, de la vida saludable.

En esta nueva era, cuidar bien a los #empleados en una #organización, es absolutamente necesario si queremos que los consumidores, de una determinada marca, se sientan atraídos por la misma, y esto se transforme en un intangible muy explotable en los procesos de mercadeo.

Las marcas ya no dependen sólo de una serie de atributos materiales, (las funcionalidades o precio del producto), sino de un conjunto de elementos intangibles que nos conectan con esa marca a un nivel más profundo y emocional durante todanuestra relación con ella.

En el universo #laboral, una buena experiencia de empleado actúa como una especie de pegamento invisible que incrementa la #fidelidad de las #personas y las alinea con los objetivos de la organización con más fuerza ayudando mucho al resto de factores alimenticios como son un buen salario o una determinada promoción. No quiere decir, por obvio,que el sueldo o el desarrollo profesional no sean importantes. Lo son. Pero tienen mucha más efectividad cuando se saben envolver en otros aspectos, más subjetivos, que se despliegan discretamente a lo largo de todo el ciclo de vida de este trabajador en nuestra empresa.

¿Cómo lograr que los trabajadores se sientan en el trabajo como en casa? Estas serían algunas de las claves para lograrlo:

  • Espacio y tecnología. Todos trabajamos más a gusto en un lugar que nos inspire, nos llene de energía y nos permita comunicarnos y realizar nuestras tareas de una forma ágil y efectiva.
  • Relaciones con jefes y compañeros. Somos animales sociales. Unas relaciones sanas, cordiales, respetuosos, en las que todo el mundo se sienta valorado y escuchado y todos tengan la posibilidad de aportar y participar es una de las grandes claves –quizá la que más– de una buena experiencia de empleado.
  • Diversión y desafío. Un ambiente “fun” genera trabajadores que son “fans” de la compañía. Sí, trabajar puede, (y debe), ser una actividad reconfortante y hasta divertida. No divertida en el sentido frívolo de carcajada, (aunque unas buenas risas de cuando en cuando en el trabajo nunca están de más), sino entendida como un diario reto profesional estimulante y que nos ayuda a disfrutar de nuestra profesión.
  • Cultura. La cultura organizacional no se ve, no se toca. Pero está ahí, impregnado cada acción y cada proceso de la empresa. Es una determinada manera de hacer las cosas, propia de esa compañía y de las personas que trabajan en ella, con la que el empleado puede sentirse identificado.
  • Valores y propósito. Toda empresa se rige, (o debería hacerlo), por un determinado código ético y aspira a conseguir un poso o legado con su actividad al margen de la legítima aspiración a ganar dinero. Del mismo modo, a las personas nos mueven unos valores y nos gusta pensar que nuestro trabajo sirve para algo más que para pagar facturas. Cuanto más claros y alineados con los de la sociedad sean los valores y propósito de una compañía, más posibilidades habrá de que sus trabajadores los hagan suyos.
  • Salud y bienestar. Una empresa que se preocupa por la salud y el bienestar mental y emocional de sus empleados es una compañía en la que los profesionales se sienten cuidados y a gusto.
  • Beneficios y condiciones laborales. Sí, la parte “alimenticia” también cuenta. Salario, flexibilidad, horarios, facilidad para conciliar, tickets de comida, seguro médico, planes de formación y el resto de los beneficios incluidos en el catálogo de políticas de gestión de personas también integran una buena experiencia de empleado.

(Fuente: www.rrhhdigital.com)